Escaleta
1. Minha missaõ. Clara Nunes. João Nogueira e Paulo César Pinheiro
2. Maria Mota. Rosalia de Souza
3. Cicatrizes. Roberta sá
4. Naturaleza morta. Paulo Gaiger
5. Stir it up. Smooth joker y Jordi Joan Tablada
6. Para Lenon e McCarney. Milton Nascimento
7. Cachorro vira-lata. Maria Alcina
8. Missing. Costa Gavras (extracto película)
9. Rosebud. O Verbo E A Verba. Lenine
10. Você passa, eu acho graça. Casa de Samba vol.4–Noite Ilustrada y Cássia Eller
COSTA GAVRAS. MISSING
1982. DIRECTOR Constantin Costa-Gavras GUIÓN Donald E. Stewart & Constantin Costa-Gavras (Novela: Thomas Hauser) MÚSICA Vangelis FOTOGRAFÍA Ricardo Aronovich REPARTO Jack Lemmon, Sissy Spacek, Melanie Mayron, John Shea, Charles Cioffi, Richard Bradford, Janice Rule, David Clennon, Jerry Hardin PRODUCTORA Universal Pictures PREMIOS 1982: Oscar: Mejor guión adaptado. 4 nominaciones
1982: Festival de Cannes: Palma de Oro (ex aequo) GÉNERO Drama | Política. Basado en hechos reales. Dictadura chilena
SINOPSIS
Charles Horman, un joven periodista norteamericano idealista, desaparece de su domicilio en Chile durante el golpe de Estado del general Augusto Pinochet. Ed Horman, su padre, se traslada allí para emprender su búsqueda en compañía de su nuera. Juntos recorrerán las instituciones diplomáticas norteamericanas intentando averiguar su paradero, aunque para ello deberán salvar todas las trabas burocráticas que encontrarán a su paso.
Descenso a los infiernos de la dictadura chilena. Un joven americano desaparece tras el golpe de estado de Pinochet. Su padre (un inconmensurable Jack Lemmon) viaja al país para buscarle. Desgarradora película con un excelente guión, basado en hechos reales, en la que el comprometido Gavras vuelve a enviar otra carga de profundidad a la adormecida sociedad occidental de los ochenta. No sólo narra con ritmo preciso e intrigante la búsqueda del hijo desaparecido, sino que es un complejo retrato de las diferencias generacionales, además de una veraz reconstrucción de los días posteriores al golpe chileno. Un filme magistral y, sobre todo, necesario.
PAULO GAIGER
http://www.youtube.com/watch?v=W6oO6ygQBUU
Paulo Gaiger é cantor e compositor, ator e diretor teatral e professor adjunto da UFPel. Gravou o Cd “Armazém”, com o apoio do FUMPROARTE, de Porto Alegre, muito bem recebido pela crítica nacional. Participou de vários discos coletivos e do Coompor Canta Lupi, projeto da Cooperativa dos Músicos de Porto Alegre, no começo dos anos 90. Montou diversos espetáculos musicais reconhecidos pela crítica e pelo público, entre eles: “Qual é?”; “A Paixão dos Mendigos” e “Piratas”. Realizou diversos concertos solo durante sua permanência em Espanha e América Central. Como ator, trabalhou em montagens de Camilo de Lélis e, como diretor, montou diversos espetáculos teatrais em Porto Alegre, Blumenau, Espanha e Honduras.
http://ccs.ufpel.edu.br/wp/2010/10/05/professores-da-ufpel-apresentam-se-no-sete-ao-entardecer/
El brasileño Paulo Gaiger abre Música de Bolsillo
Paulo Gaiger, con un repertorio basado en temas tradicionales brasileños. Hasta ahora, el cantautor brasileño, nacido en Porto Alegre pero afincado en la capital vizcaína, ha publicado un álbum titulado Armazém y ha participado en recopilaciones como La música de la CCMQ y Compor canta Lupi, iniciativa de la cooperativa de músicos de su ciudad natal. Asimismo, ha ejercido de profesor en tres universidades de su país, ha trabajado como actor, director o guionista en siete obras teatrales y colabora en varias publicaciones.
http://www.elpais.com/articulo/pais/vasco/brasileno/Paulo/Gaiger/abre/Musica/Bolsillo/elpepiautpvs/20051002elpvas_21/Tes
La sonrisa de los antisistema
Ahora lo entendemos, aquel veterano, con gafas y canas, que primero miró de reojo la hoguera y luego echó un cartón para azuzarla: era un antisistema.
Aquellos adolescentes que aparcaron las bicis y ayudaron a romper la cristaleras del museo Diocesiá (el de los embaucadores y abusadores) también eran antisistema.
De los lateros pakistaníes ya sospechábamos, como nadie estaba por ellos, también aprovecharon para prender fuegos.
Los que portaban la pancarta del piquete de las 12 horas: “Contra la dictadura del Capial, Huelga General” también lo eran.
Los que robaron vaqueros también, los que los tiraron en la hoguera, más de lo mismo.
Los que usaron las sillas de las pizzería para construir barricadas, también.
Todos antisistema.
La pancarta del banco ocupado “la banca nos explota, la patronal nos vende, los políticos nos asfixian y CCOO y UGT nos mienten” o algo así, también lo era. Como la octavilla de “La economía está en crisis...¡Qué reviente!” y las del 29 Salvaje, todas antisistema.
Y el periodista, que afirmó: “no hay nada nuevo, son revolucionarios que, como el viejo topo, salen a la luz tras debilitar los cimientos del poder”, ¿también era antisistema? ¿y el juez que permitió que la ocupación del Banco durara hasta el día de la huelga, no sería también antisistema?
¿No serás tú el único imbécil que no eres antisistema? El único que aún alaba el sistema capitalista.
Porque de lo que estamos hablando es de antisistema capitalista. Ese sistema que expulsa a unos, margina a otros y aísla y explota a la mayoría. Ese sistema del que una minúscula minoría de propietarios se beneficia. Un sistema que desde que surgió necesitó de una policía para defenderse, de unas leyes para perpetuarse y de unos periodistas para legitimizarlo.
¿Por qué nunca dicen de qué sistema somos antisistema?, ¿por qué no aclaran que es el del Capital?, de ese sistema en crisis que ya pocos se atreven a defender. ¿Por qué no lo dicen aunque se cante: “¡anti, anti, anticapitalistas!”. ¿Por qué no se acercan a preguntarnos qué mundo queremos? O mejor, qué de todo esto no queremos.
¿Por qué se limitan a poner antisistema?, ¿será como sinónimo de antisociales? Creemos que no, pues saben que si hay alguien a quien les gusta estar acompañado, mezclado y arrambado, es a nosotros. Sin importar edades ni preferencias amorosas.
Estamos contra el capitalismo, luchamos para abolir este sistema basado en el trabajo asalariado y la desigualdad social, y si usamos la violencia es porque es un sistema que desde su gestación la usó para imponerse y defenderse, la usó al privarnos de los medios de subsistencia y obligarnos a trabajar (para los propietarios de las cosas). Sabemos que si se nos volviera a ocurrir convertir el Ritz en un comedor popular y los latifundios de Aragón, en colectividades agrarias, el Estado nos respondería con armas de fuego. Por eso somos conscientes que en una insurrección tendremos que usar algo más que piedras para defendernos.
Ante todo detestamos la violencia cotidiana del capital, la que mata en sus guerras y hambrunas o la que administra muerte en sus lugares de trabajo y estudio.
Pero sigamos con el término de moda entre los mass media: antisistema.
Tras la batalla del Cine Ocupado, 1996, cifraron nuestra media de edad entre dieciocho y treinta años, tiempo después, en las batallas anticapitalistas por las cumbres de presidentes, seguíamos en esa juventud. Casi una década después, vuelven a decir que seguimos en esa franja de edad. ¿Qué se piensan que para nosotros no pasa el tiempo? ¿Qué nosotros claudicamos como la mayoría de sus amigos? ¿Qué nuestra rebeldía era un asunto de juventud? O piensan que nosotros somos los teóricos y los jóvenes los que tiran piedras. Pues no, nosotros también tiramos piedras y prendemos fuegos, y los jóvenes no paran de forjar teoría. Como aquellos encapuchados de Madrid que subieron a un andamio para desplegar una pancarta con la consigna: “sindicalistas traidores la huelga es de los trabajadores”, pura teoría, poesía casi, como aquel verso de “Quien siembra miseria, recoge rabia”.
Pero basta de tratar de aclararles las cosas a los funcionarios de Mentira y el Poder. Si hacemos este escrito no es para los periodistas, no es para explicarles porqué, el 29 Salvaje, nuestra rabia hacia sus poderosas mentiras se expresó rompiendo los cristales de sus unidades móviles. Nosotros os queríamos escribir a todos vosotros, también nosotros, a todas las compañeras, a todas las que rompimos la cotidianeidad capitalista en el centro de Barcelona, a todos los que, tarde o temprano, nos volveremos a encontrar, otra vez decididos, otra vez organizados, otra vez unidos, como una auténtica comunidad de lucha.
Un fuerte abrazo a todos los que, tras el 29 S. andamos con una sonrisa por las calles… ¡cchzz! cuando pases al lado de los mossos ponte serio, que nos andan buscando.
¡Compañeros presos a las calles, calles para la insurrección!
Carcelona, otoño caliente de 2010
Sonrisas antisistema
Extraído de IndyBCN